Mi mamá y mi papá vinieron a Madrid y el primer fin de semana agarramos un avión para Santander (que por cierto iba full, para nuestro asombro).
Pero ya que estábamos ahí, mi papá preguntó: ¿por qué no nos acercamos a Bilbao, a apenas 1 hora de camino?. - Y ya que estamos, dijo la vero, ¿por qué no mejor vamos a San Sebastián que es a apenitas 2 horas y ni mi mamá ni mi papá lo conocen (y es más bonito, sin ánimo de ofender a los bilbaínos)?
Pos adjudicado: San Sebastián es! Con la concha, el paseo marítimo, sus pinchos y postres y su buen tiempo (suerte de primera visita).
De vuelta a Santander, tuvimos una cena divina y un largo paseo matinal por la playa Sardinero, aprovechando el buen tiempo que nos acompañó todo el fin de semana.
La verdad me quedé con ganas de disfrutar más de Santander, tocará para el próximo verano...
No hay comentarios:
Publicar un comentario