El fin de semana del 1 de octubre fui a Zurich a pasar el fin de semana con Alejandré y Carlos, que se mudan a vivir a allá a finales de este año.
El viaje comenzó muy "stresante": había olvidado mi pasaporte en Madrid y mi pasaje era desde Barcelona. La Vero se despertó tempranito el viernes e intentó averiguar cómo enviarme el pasaporte... pero costaba como 600 euros y no garantizaban que me llegara antes de la partida del vuelo... así que nos lanzamos a la aventura confiando en que estamos en zona schengen y que no me pedirían el pasaporte para embarcar. Alejandra me había dicho que a ella se lo pedían sólo al regreso, así que decidimos postergar el problema para la vuelta y correr el riesgo de tener que quedarme en Zurich un poco más. Por suerte, no me pidieron el pasaporte ni en la ida ni en el regreso, bastó con mostrar mi NIE español.
Zurich me encantó: es pequeñita, pero muy bonita y tranquila. Sólo tener los Alpes de telón de fondo es impresionante... y se come muy bien, aunque un poco caro. Por supuesto tratamos de comer las especialidades del país: salchichas y fondue, no podía ser de otro modo...
La anécdota del viaje es que ese fin de semana era el Festival de Cine y cuando estábamos viendo la programación había un master class dictada nada más y nada menos que por Adrian Grenier, del que Vero, Maria y yo somos fans desde que hizo Drive me crazy con Melissa Joan Hart hace miles de años. El estaba ahí presentando su documental Teenage Paparazzi.
No conseguimos entradas, así que Alejandra, Carlos y yo nos fuimos a desayunar al lado del cine un poco antes de que empezara la función a ver si lo veíamos entrar, como los propios "teenagers", pero no lo vimos.... Tocará seguirlo en otros festivales de cine por el mundo!
Ya les mostraré Zurich cuando consiga bajar las fotos.
