Salida: viernes 22feb 7.35pm
Vuelta: domingo 24feb 5.20pm
Yo tenía mucho tiempo que no iba a esquiar. Al principio de mi vida en España iba todos los años. Cada año era el mismo ciclo: ir toda emocionada, agarrar unas clases desde el principio, bajar por las pistas fáciles (con todos los pichurros pasándome a toda velocidad)... y siempre la última bajada era horrible (no podía ser de otra manera, siempre es la pobre última bajada la que es horrible) y quedar toda atemorizada... Pero no sé cómo ni por qué siempre volvía al año siguiente...
Así que después de muchos años de esto mismo más el hecho de que la última vez que fui a esquiar fue hace como 5 años (que rápido pasa el tiempo!) esta vez estaba un poco más nerviosa de lo normal sobre volver a esquiar.
El sábado Alejandre y yo (Carlos no pudo ir porque estaba de guardia) nos levantamos a las 6am para salir súper temprano hacia unas pistas de esquiar en Beatenberg, a una hora de Zurich, porque queríamos ser las primeras en llegar antes de que se llenaran las pistas.
Hacía mucho mucho frío y estaba medio nevando... Pero la vista de las montañas nevadas era espectacular.
Alquilamos los esquís y compramos nuestros pases, solo por medio día, porque conociendo nuestras destrezas de esquí nos parecía exagerado esquiar por todo un día completo... Teníamos la duda sobre alquilar cascos, como cuando uno va en bicicleta, pero cuando vimos que todo el mundo tenía cascos (será la nueva moda esquiando?), nos devolvimos a la tienda a alquilar los nuestros.
Y empezó la aventura!
Primera caída: intentar montarnos en el telesillas... Ni siquiera fue esquiando...
Estas telesillas son traumáticas porque hay que apoyarse sin sentarse para que el cable te hale y te suba. Además esta subida parecía una montaña rusa: súper larga y al final, justo antes de soltarnos para empezar a bajar, era muy empinada, así que Alejandre y yo íbamos agarradas súper fuerte, porque si nos caíamos íbamos a llegar esquiando de espalda hasta el final (cual Bridget Jones), y al final llegamos con las manos agarrotaditas...
Segunda caída: al bajarnos del telesillas, por supuesto...
Y entonces vemos la bajada y nos parecía terriblemente fuerte, no apta para principiantes... Hasta que ves al poco de pichurros lanzándose como si nada. Al final, después de media hora de analizar nuestra estrategia de esquí, nos quitamos los esquís y bajamos caminando este primer trozo :)
Pero mejor así... Porque empezamos a esquiar en una parte más suave que nos permitió agarrar confianza... Una hora más tarde y muchas caídas mas llegamos abajo... Yo creo que normalmente esta bajada se hace como en 10 min.
Con nuestros tiempos récord, solo nos dio tiempo de volvernos a tirar solo una vez, pero esta vez la disfrutamos más y tardamos solo tres cuartos de hora y sin quitarnos los esquís ;)
Lo bueno de esta pista es que está muy cerca de Zurich y, para nuestra sorpresa, no está atestada de gente y las pistas son muy anchas... El mundo ideal para nosotros los principiantes.
Devolvimos nuestros esquís y cascos, y nos fuimos a pasear a Lucerna, con la ropa de esquiar puesta.
De regreso en Zurich, cenamos fondue hecho en casa por Alejandre y Carlos (buenísimo!) y vimos Argo.
El domingo fuimos a desayunar a Sprungli y pasear un poquito por Zurich, ver la estación de tren, el reloj más grande de europa, el lago,...
Y luego vimos un capitulo de Downton Abbey, que se ha convertido en mi nueva serie que ver junto con The Big Bang Theory, Hart of Dixie y Games of Thrones.
Luego, Alejandra y Carlos me llevaron al aeropuerto (el viernes me habían ido a buscar). Qué lindos!