otoño

miércoles, 4 de mayo de 2011

Road trip Madrid-Zurich

El fin de semana pasado, Alejandra y yo fuimos en carro desde Madrid hasta Zurich. Alejandra y Carlos querían llevarse el carro a Suiza, pero Carlos no pudo venir porque se cayó y se rompió el tendón de aquiles y se tuvo que quedar en su casa de reposo. Así que íbamos en plan Thelma y Louise, desafortunadamente no nos encontramos a Brad Pitt en el camino...

Partida: Madrid Viernes 29 de abril 8.30am
Llegada: Zurich Domingo 1 de mayo a las 4.00pm
Tiempo teórico de viaje: 17 horas en 3 etapas.
Aunque la ruta por Barcelona es más corta, a Alejandra le gusta San Sebastián y decidió ir por el país vasco, así yo también conocía la ciudad.

Primer día:
Madrid - Parada en Burgos a tomar café y ver la catedral y el paseo y la estatua del CID - Almuerzo Pinchos bien ricos y cidra en San Sebastián y mini vuelta a la ciudad - Cruce frontera con Francia y llegada a Pau a dormir.

Como nos habíamos acostado tarde el jueves celebrando el cumpleaños de Alejandra y nos habíamos despertado temprano, estábamos súper cansadas y fuimos a dormir temprano.

Conclusión del día: Hay que volver a Burgos (foto) y San Sebastián (foto). Mamá toma nota!


Segundo día:
Desayuno y paseo por Pau y vista al mirador de los pirineos (montañas nevadas, aunque no se ven al fondo de la foto) - y carretera por la provença francesa (foto) - parada para almorzar en Carcassonne (foto) - parada en Avignon (foto) - llegada a hotel en Voiron (todavía en Francia).

Reconociendo mi debilidad por Francia, este fue el trayecto más anecdótico, empezando en Pau.


Primero, Alejandra quería ver los famosos campos de lavanda por los que la provença francesa es famosa y no los vimos. Después nos parábamos en cada pueblito y en todos las tiendas tenían fotos de los dichosos campos de lavanda. Yo compré miel de lavanda para mí y unos jabones para mi mamá.


Luego, Carlos, nuestro guía a distancia, nos recomendó que paráramos en Carcassonne, un pueblito medieval que es patrimonio de la humanidad. Llegamos y ese pueblo de medieval no parecía tener mucho, excepto el muro de la foto. Además acababan de tener un mercadito y todo estaba sucio. Lo único bueno es que comimos comida francesa divina (magret de canard = pato con salsa de higos).

Cuando salimos le tomamos foto al muro "medieval".


Y nos enrumbamos de nuevo y en eso vemos el verdadero pueblo medieval con sus murallas y castillo (o sea que estábamos en la parte moderna de Carcassonne), pero ya era tarde y nos quedaba camino por delante así que sólo le tomamos fotos desde el carro... total habíamos leído en internet que por dentro era sólo tiendas y restaurantes ;-)

Luego llegamos a Avignon, residencia papal entre 1309 y 1377 en lugar del Vaticano. La vimos rapidito pero me gustó mucho. Hay que volver... No hay una canción que dice "en el puente de Avignon todos bailan todos bailan...."?


Por último, nos fuimos a Voiron y llegamos cerca de las 8pm, ya estaba oscureciendo y no encontrábamos el hotel, sólo había señales de color verde oscuro que de noche no se veían nada y estaban en una redoma indicando el camino y luego en la siguiente redoma no estaban y así íbamos tras la pista del hotel. Qué stress! Cuando llegamos, íbamos a cenar algo ligero: una tosta de pan con ensalada, pero el camarero del hotel nos trajo una súper ensalada, 2 tostas grandes de queso, frutas,... y sólo nos cobró 8 euros. Genial!

Tercer día:
Desayuno en Ginebra - paseo en carro por Berna y Lucerna - Llegada a Zurich: almuerzo, ver Fringe y cena.

Nos levantamos temprano y emprendimos el camino a Zurich. Pasamos la frontera y llegamos a Ginebra. Como era domingo todo estaba cerrado y nos costó encontrar un café abierto para desayunar. Buscando y buscando nos tomamos unas foticos y finalmente encontramos un café abierto... menos mal porque estábamos desfalleciendo del hambre...


Las ciudades de Suiza tienen un montón de rayas en la calle, no hay donde estacionar fácilmente en el centro, si te pasas de una calle hay que dar una vuelta grande para devolverse, no todas las calles llevan al centro, hay ciclistas, tranvías, peatones,... nada, que teníamos ganas de llegar ya así que vimos las ciudades desde el carro.... Pero también habrá que volver a pasearlas caminando!

Primero Berna, la capital, que nos sorprendió gratamente.


Casi nos perdimos e íbamos a parar a Emmental.


La carretera, mejor dicho autopista: todo verde verdísimo y como no con las vaquitas suizas.



Casi llegando a Zurich, está Lucerna: espectacular!


Y finalizamos el viaje. Cuando llegamos, Alejandra preparó una ensalada capresa y espárragos y nos pusimos a ver Fringe (nueva serie de la que me he vuelto adicta).

Luego fuimos a cenar pizza italiana en un restaurante al lado de la casa de Alejandra y Carlos. La verdad se come rico en Suiza.

Cuarto día: Desayuno y almuerzo en Zurich - vuelta a Madrid en avión, el vuelo con retraso, por supuesto!